“Hay algo en la personalidad humana que se resiente a las cosas claras, e inversamente, algo que atrae a los rompecabezas, a los enigmas y a...
“Hay algo en la personalidad humana que se resiente a las cosas claras, e inversamente, algo que atrae a los rompecabezas, a los enigmas y a las alegorías”. (Stanley Kubrick)
El director, guionista y productor Stanley Kubrick siendo adolescente, trabajó como fotógrafo para la revista LOOK antes de adentrarse en el mundo del cine en la década de 1950 donde debutó como director cinematográfico con una serie de documentales. Se inició en el año 1951 con su primer proyecto, el cortometraje documental DAY OF THE FIGHT, comprado por RKO Pictures, dándole a Kubrick un pequeño beneficio económico. Esta compañía también le adelantó dinero para su siguiente trabajo, un documental de nueve minutos llamado FLYING PADRE. Tras sus primeras películas, MIEDO Y DESEO (1953), EL BESO DEL ASESINO (1955) y ATRACO PERFECTO (1956), se estrenó SENDEROS DE GLORIA (1957), un filme antibelicista que hasta el día de hoy es considerado uno de los mejores del director. Protagonizado por Kirk Douglas nos traslada a la Primera Guerra Mundial al año 1916 cuando en Francia el general Boulard ordena la conquista de una inexpugnable posición alemana y encarga esa misión al ambicioso general Mireau. El encargado de dirigir el ataque será el coronel Dax. La toma de la colina resulta un infierno, y el regimiento emprende la retirada hacia las trincheras. El alto mando militar, irritado por la derrota, decide imponer al regimiento un terrible castigo que sirva de ejemplo a los demás soldados.
Tras esta inolvidable película dirigió su primera película de alto presupuesto ESPARTACO (1960) galardonada con cuatro Premios Óscar y elevó la carrera de Kubrick a un mayor nivel. Con un gran reparto donde destacamos a Kirk Douglas, Tony Curtis, Laurence Olivier, Peter Ustinov o Charles Laughton. Una aventura épica donde interviene el guionista Dalton Trumbo aportando unos grandes diálogos y una media hora final emocionante que llegó al público.
Después le siguieron LOLITA (1962) protagonizada por Sue Lyon y James Mason en una buena adaptación de la novela homónima del escritor
Vladimir Nabokov en una bella propuesta visual y emocional sobre el deseo y la perversión y ¿TELÉFONO ROJO? VOLAMOS HACIA MOSCÚ (1964) una divertida y demoledora sátira sobre la guerra fría y el peligro atómico. Protagonizada por un excelente y camaleónico Peter Sellers en una narración donde se alterna drama y farsa repleta de crítica ácida en una puesta visual sorprendente.
En 1968 alcanzó la cumbre de su carrera con 2001: UNA ODISEA EN EL ESPACIO filme de ciencia ficción con el que ganó su único Óscar a título personal, por el diseño de efectos especiales. Considerada como una de las mejores de la historia dentro de su género. Un viaje por el tiempo y diferentes períodos de la historia de la humanidad del pasado al futuro con inolvidables escenas como el monolito que acompaña su metraje o HAL 9000 la máquina dotada de inteligencia artificial que se encarga de controlar todos los sistemas de la nave espacial tripulada.
En el año 1971 dirigió La naranja mecánica, adaptación de la novela homónima de Anthony Burgess que muestra al personaje Alex DeLarge, interpretado por un inolvidable Malcolm McDowell un delincuente sociópata y carismático, cuyos placeres son la música clásica, la violación y la llamada ultra violencia. Con la banda sonora de música clásica y música electrónica compuesta por Wendy Carlos.
Más tarde llegaron joyas del cine como BARRY LYNDON (1975) con Ryan O'Neal y Marisa Berenso en la adaptación de la novela del escritor inglés William Tackeray donde nos traslada magistralmente a las aventuras de Barry Lyndon un joven irlandés codicioso y sin escrúpulos que se ve obligado a emigrar a causa de un duelo; EL RESPLANDOR (1980) con Jack Nicholson y Shelley Duvall, adaptaciones de la novela de Stephen King donde nos adentramos en una narración inquietante y sobrecogedora en los abismos interiores de una mente perturbada. Con recordadas imágenes como la icónica del niño, interpretado por Danny Lloyd, montado en un triciclo paseando por los pasillos de un hotel en una continua tensión; LA CHAQUETA METÁLICA (1987) filme antimilitar y antibélico dividida en dos partes. La primera con el entrenamiento de reclutas en un ambiente donde se reduce la voluntad individual a su mínima expresión. Y una segunda parte en la guerra de Vietnam; o EYES WIDE SHUT (1999) con Tom Cruise y Nicole Kidman en un metraje visual y narrativo perturbador.
Stanley Kubrick, misterio, genialidad y una profunda mirada al sentido emocional e inquietante del cine.
Artículo escrito e ilustración © María José S. Bermejo y Fernando F. Vegas
