Entre el optimismo y la tristeza CHARLOT, carismático y melancólico, se había convertido en una de las grandes estrellas más queridas del pú...
Entre el optimismo y la tristeza CHARLOT, carismático y melancólico, se había convertido en una de las grandes estrellas más queridas del público con sus cortometrajes llenos de comicidad, junto al filme de 82 minutos titulado EL ROMANCE DE CHARLOT (Tillie's Punctured Romance) de 1914 considerado el primer largometraje del género de comedia de la historia del cine dirigida por Mack Sennett. Un filme que por su duración es una excepción, donde su director rodó con las principales estrellas del estudio Keystone (Charles Chaplin, Mabel Normand, Marie Dressler, Mack Swain, Chester Conklin y Charles Bennett). Entre golpes, caídas, peleas y persecuciones encontramos a Charlot como un timador de ciudad que induce a Tillie a robar los ahorros de su padre y huir con él. Una vez ha llegado a la ciudad, Charlot se apropia del dinero y vuelve junto a Mabel, su primer amor y pareja del delito. Una historia con un humor muy básico que no logró mucho éxito siendo abandonados estos proyectos de largometraje cómico.
En el año 1919 cuando el tierno vagabundo interpretado por CHARLES CHAPLIN se encontraba inmerso en una crisis creativa y personal asistía al teatro Orpheum de Los Ángeles, un espacio escénico frecuentado por estrellas del vodevil. Entre las diferentes actuaciones llamó la atención una de ellas. "En semejante estado de desesperación, era un alivio ir al Orpheum a distraerme un poco", recordaba Chaplin, "y en esa disposición de ánimo vi a un bailarín excéntrico: no era nada extraordinario, pero al final de su interpretación sacó a su hijo, un niño de cuatro años para que saludase con él. Después de saludar con su padre, el chiquillo empezó de repente a ejecutar unos divertidos pasos de baile; luego miró graciosamente al público, lo saludó con la mano y se marchó corriendo. El público empezó a reír a carcajadas, de modo que el niño tuvo que salir de nuevo y ejecutar un baile distinto. En otro niño puede que hubiera resultado mal, pero como Jackie Coogan era encantador, el público disfrutó lo indecible. Hiciera lo que hiciese, el niño tenía una personalidad atractiva".
Desde ese instante Chaplin se puso en marcha para escribir una película teniendo de protagonista a ese niño que con cuatro años llevaba la mitad de su vida subido a los escenarios danzando los pasos de shimmy, el baile de moda, mientras el público disfrutaba de su presencia.
El proyecto se elaboró con la productora First National, con el título THE KID. El primer largometraje de Charles Chaplin alejado de las caídas y los golpes habituales en una narración convencional junto al niño Jackie Coogan. Cine en blanco y negro sin sonido donde conocemos a una mujer de escasos recursos, interpretada por Edna Purviance, quien ha tenido un hijo siendo soltera, y al sentirse abandonada por el padre del niño, decide también ella abandonar al bebé, con la esperanza de que una familia rica lo coja en adopción. Pero el pequeño terminará en manos de un vagabundo (Charles Chaplin), quien pronto se encariñará con él y decidirá sacarlo adelante como sea. Cuando el niño, llamado ahora John (Jackie Coogan) llega a los cinco años, la lucha por la supervivencia y por permanecer juntos será toda una aventura.
THE KID se estrenaba el 6 de febrero de 1921con una sucesión de planos que, como afirmaba Chaplin, buscaban sacar al espectador "una sonrisa y, tal vez, una lágrima". Con un metraje novedoso cuando en el cine mudo se estrenaban cortos de uno o dos rollos y poca duración, THE KID anunciaba "Seis rollos de alegría". Un planteamiento que atrapó al espectador convirtiéndose en un gran éxito de crítica y público, siendo desde entonces uno de los iconos del cine de la época. En su momento fue considerado por la crítica como una cinta "cultural, histórica y estéticamente significativa". Un filme ocurrente en su planteamiento que como recordaba Chaplin, "la transición de la comedia burlesca a la sentimental era una cuestión de matiz y de habilidad al disponer las secuencias".
Desde 2011, la película está seleccionada para su conservación en el National Film Registry de Estados Unidos por parte de la Biblioteca del Congreso, donde se afirma que la película es "una combinación ingeniosa de drama conmovedor, comentarios sociales e ingeniosa comedia", donde la gran capacidad de Chaplin por lograr mantener su arte más allá de la duración de los cortos y provocar hábilmente una variedad de emociones en su público, combinando con maestría humor y drama".
Comedia, drama, afecto y sentimiento se entremezclan en sus 68 minutos descubriendo a un Charlot diferente, lejos de sus anteriores producciones. Donde volcaba los recuerdos de su infancia junto con la ternura y la crítica social, unido a gags infalibles y emociones crudas que hasta ese momento no se habían visto en la gran pantalla. Entre sus episodios inolvidables encontramos la pitillera que Chaplin saca de su abrigo durante su paseo diario, una lata de pastillas vacía llena de colillas medio ahumadas. Un cine repleto de sencillez, humanidad y bondad que hace reír mostrando de forma realista la pobreza con episodios de fantasía y poesía. Una pobreza que no parecía, como afirmaba Chaplin, "atractiva ni edificante. No me enseñó nada, como no sea una distorsión de los valores, una supervaloración de las virtudes y las gracias de los ricos y de las llamadas clases privilegiadas. Por el contrario, la riqueza y la celebridad me han enseñado a ver el mundo con la perspectiva adecuada; a descubrir que los hombres eminentes, cuando me acercaba a ellos, tenían tantos defectos como el resto de nosotros. La riqueza y la celebridad me han enseñado también a no considerar la espada, el bastón de paseo o la fusta de montar como sinónimos de esnobismo; a conocer el error que se puede cometer estimando por su acento universitario el mérito y la inteligencia de un hombre, y la paralizadora influencia que este mito ha forjado en la mente de la clase media inglesa, a conocer que la inteligencia no es necesariamente el resultado de la educación ni el conocimiento de los clásicos".
Charlot, el personaje pillo, astuto y torpe con bombín, pantalón bombacho, cejas puntiagudas y grandes zapatos, en THE KID abre la puerta a la creación total de Charles Chaplin, siendo su primera gran obra cinematográfica, quien nunca recibió un Oscar por una de sus películas en las facetas de intérprete, escritor o director, consiguiendo dos Óscar honoríficos (en 1929 y 1972) y uno por la banda sonora de CANDILEJAS (1952), el único filme compartido entre Chaplin y Buster Keaton, otro de los genios del cine mudo, en una inolvidable secuencia.
THE KID en el año 2021 con motivo de su 100 aniversario regresa a la gran pantalla en una cuidada versión en 4K donde se aprecia el gran trabajo visual y emocional de Charles Chaplin, quien afirmaba "mi técnica es el resultado de haber pensado por mí mismo, de mi propia lógica y de mi propia perspectiva; no está influida por lo que hacen los demás. Si en arte uno debe ir con su época, entonces Rembrandt sería un cero a la izquierda comparado con Van Gogh".
THE KID, risas, lágrimas y nostalgia.
FICHA TÉCNICA
El Chico - Título original: The Kid - Dirección: Charles Chaplin - Año: 1921 - Duración: 68 min. - País: Estados Unidos - Reparto: Charles Chaplin, Jackie Coogan, Edna Purviance, Carl Miller, Tom Wilson, Henry Bergman, Lita Grey - Guion: Charles Chaplin - Música: (Versión restaurada: Charles Chaplin) (Película muda) - Fotografía: Roland Totheroh (B&N) - Productora: Charles Chaplin, First National Picture - Estreno: 6 de Febrero 1921 - Restreno en España Aniversario 100 años en 4K: 5 de Febrero 2021.
Escrito por: © María José S. Bermejo
