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39 ESCALONES (1935). Alfred Hitchcock presenta el elemento del suspense MacGUFFIN

La obra cinematográfica de Alfred Hitchcock se encuentra repleta de grandes sorpresas con un estilo inconfundible. Siendo pionero en muchas ...

La obra cinematográfica de Alfred Hitchcock se encuentra repleta de grandes sorpresas con un estilo inconfundible. Siendo pionero en muchas de las técnicas que caracterizan a los géneros cinematográficos del suspense y el thriller psicológico. Conocida es su manera de interpretar el suspense basado en su teoría, según sus palabras, “Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense”.
Tensión y emoción narrativa y visual  garantizada en sus más de cincuenta largometrajes a lo largo de seis décadas iniciado en el cine mudo, siendo su primera película como director NUMBER 13 (1922), un filme que no pudo terminar y considerándose su primer largometraje THE LODGER, donde se sientan las bases del auténtico estilo personal del director, su particular concepción del suspense y la ansiedad, y la primera de sus curiosas apariciones o clásicos cameos que continuó en 37 filmes de sus, en total, 56 películas y 15 telefilms, con apariciones breves fuera del contexto general, que al director le gustaba hacer. Formando parte durante unos segundos del metraje como extra o una imagen suya en una foto o en un diario. Unos momentos excepcionales que llegaron a ser tan famosos que en sus últimas películas eran incluidos en los primeros minutos para que los espectadores no se entretuvieran buscándolo a lo largo de la película y pudieran centrarse en el argumento. Como Hitchcock explicó sobre este tema en una entrevista en 1967, contando cómo comenzó esta tradición y la forma en que llevaba a cabo su participación en sus propias cintas: "Era estrictamente funcional, porque teníamos que llenar la pantalla. Más tarde se convirtió en una superstición, y, finalmente, en un gag. Sin embargo, hoy es un gag que estorba, y para permitir a la gente ver la película con facilidad, me preocupo de que salga en los primeros cinco minutos".
Unas apariciones que el director británico explicó en el libro EL CINE SEGÚN HITCHCOCK de François Truffaut y que también podemos disfrutar en el excelente documental HITCHCOCK / TRUFFAUT dirigido por Kent Jones que nos reencuentra con su original en papel que alteró profundamente el equilibrio de poder entre los artistas y la industria cinematográfica.
Repletos de una gran tensión argumental donde destacaba uno de los sellos Hitchcock, el elemento del suspense llamado MacGUFFIN. Designa una excusa argumental que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, pero carece de relevancia por sí misma.
Expresión utilizada por primera vez por el director Alfred Hitchcock, en una conferencia realizada en la Universidad de Columbia (Nueva York), en el año de 1.939, hablando de su uso en su filme titulado 39 ESCALONES afirmando "en historias de rufianes siempre es un collar, y en historias de espías siempre son los documentos".
En el libro entrevista con François Truffaut EL CINE SEGÚN HITCHCOCK encontramos una explicación del director británico: "La palabra procede de esta historia: Van dos hombres en un tren y uno de ellos le dice al otro “¿Qué es ese paquete que hay en el maletero que tiene sobre su cabeza?”. El otro contesta: “Ah, eso es un McGuffin”. El primero insiste: “¿Qué es un McGuffin?”, y su compañero de viaje le responde: “Un MacGuffin es un aparato para cazar leones en Escocia”. “Pero si en Escocia no hay leones”, le espeta el primer hombre. “Entonces eso de ahí no es un MacGuffin”, le responde el otro".
El ejemplo más común es el de la película de Hitchcock ENCADENADOS (1946), donde todos los personajes buscan un yacimiento de uranio que es el MacGUFFIN de la trama. Una obra maestra del género de espionaje, un gran éxito de taquilla protagonizado por una maravillosa pareja formada por Cary Grant e Ingrid Bergman acompañados de un soberbio e inquietante Claude Rains que fue nominado al Oscar al mejor actor secundario.
La película 39 ESCALONES (1935) basada en la novela de aventuras LOS TREINTA Y NUEVE ESCALONES del escritor John Buchan, sirvió de ejemplo a Alfred Hitchcock para presentar por primera vez el término MacGUFFIN en una conferencia realizada en la Universidad de Columbia (Nueva York), en el año de 1939.
39 ESCALONES, protagonizada por Robert Donat y Madeleine Carroll, es un sólido e inteligente ejercicio de suspense que el cineasta creó como cima de la etapa británica en los años 30. Una película viva y apasionante donde se usa por primera vez el punto de vista subjetivo en un thriller con un music-hall como escenario donde el director despliega ya todas sus habilidades como maestro del suspense.
Todo se inicia cuando el canadiense Richard Hannay (Robert Donat) está en un teatro de Londres, asistiendo a una demostración de los asombrosos poderes del señor Memoria (Wylie Watson, un hombre con una memoria superlativa, que responde todas las preguntas que le hace el público) cuando se produce una refriega y resuena un disparo. En el consiguiente pánico, Hannay se encuentra a sí mismo abrazando a una atemorizada Annabella Smith (Lucie Mannheim), y ella lo convence de llevarla a su apartamento. Una vez allí, ella le confiesa que es una agente de inteligencia perseguida por unos hombres que pretenden asesinarla. La mujer afirma haber descubierto un complot para robar unos importantes secretos militares del Reino Unido. Este plan ha sido maquinado por un hombre que tiene la punta de uno de sus dedos cortada, y que era el líder de una organización de espionaje llamada los 39 escalones, pero cuyo significado no llega a desvelarse por completo siendo el MacGUFFIN de este espectáculo del genial Alfred Hitchcock.
Como curiosidad recordar que en 39 ESCALONES podemos ver el clásico cameo de Alfred Hitchcock arrojando basura cuando Robert Donat y Lucie Mannheim salen del teatro al inicio de la película.


Escrito por: © Fernando F. Vegas