UN GOLPE CON ESTILO. Cuando tres jubilados ven peligrar su pensión

De la coproducción europea en la industria cinematográfica, habitual desde los años cincuenta, de donde surge la cooperación hispano-italian...

De la coproducción europea en la industria cinematográfica, habitual desde los años cincuenta, de donde surge la cooperación hispano-italiana con títulos de género mayormente de western, policíaco, bélico o terror con algunas obras dignas de tener en cuenta, es fruto una película que en su momento pasó  desapercibida y fue prácticamente olvidada. Sin apenas publicidad no tuvo la repercusión comercial debida al carecer de la distribución adecuada estando en cartel poco más de una semana. Estrenándose tarde, el 2 de noviembre de 1964, dos años después de su realización. Aunque con el tiempo se considere una obra merecedora de ser rescatada y se haya ganado un hueco entre los clásicos del cine español. Se trata de un divertido filme en blanco y negro titulado LOS DINAMITEROS, el único largometraje de ficción dirigido por Juan García Atienza (1930 - 2011), escritor, guionista y documentalista español, que elaboró libretos y fue ayudante de dirección en unas treinta películas, entre ellas “Sócrates” (1971), producida por Italia, España y Francia, teniendo tras las cámaras a Roberto Rossellini, precursor del neorrealismo, movimiento cinematográfico surgido en Italia durante la primera mitad del siglo XX como una reacción a la Posguerra, teniendo como objetivo mostrar condiciones sociales más auténticas y humanas, alejándose del estilo histórico y musical que impuso el fascismo. Iniciándose el neorrealismo italiano en 1945 con "Roma, ciudad abierta" (Roma, città aperta) de Roberto Rossellini y continuando con cineastas como Vittorio De Sica con "Ladrón de bicicletas" (Ladri di biciclette) en 1948 y Luchino Visconti con "La tierra tiembla" (La terra trema) en 1947. Atienza seguiría su trabajo en la televisión, en series como “Los paladines” que emitió Televisión Española en 1972, en documentales y como autor literario con más de treinta libros sobre temas de mitos y leyendas como "Guía de la España mágica" (1983) o "Guía de la España templaria" (1987) siendo considerado un experto en la España secreta, esotérica y mágica y también valorado por sus cuentos y relatos cortos de ciencia ficción, algunos de ellos reunidos en dos volúmenes titulados “La máquina de matar” y “Los viajeros de las gafas azules”, publicados en 1967 en la editorial EDHASA, dentro de la colección Nebulae.
LOS DINAMITEROS, con la interesante banda sonora del italiano Piero Umilliani, Alfonso Santacana en montaje y Juan Mariné como director de fotografía, goza de un acertado reparto encabezado por el magistral actor español José Isbert (Bienvenido, Mr. Marshall -1953, Los jueves, milagro -1957, La gran familia - 1962) en el papel de Don Benito; el napolitano Carlo Pisacane, recordado, entre otras, por la inolvidable comedia policiaca italiana de 1958 “Rufufú” dirigida por Mario Monicelli, basada en el cuento de Italo Calvino "Robo en una pastelería", publicado en su libro de 1946 "Por último, el cuervo", donde compartía interpretación con Vittorio Gassman, Renato Salvatori, Claudia Cardinale, Marcello Mastroianni y Totò, encarnando a Don Augusto, y la mejicana de origen español Sara García (Lovely Memory -1961, Sor ye-yé - 1968) haciendo de Doña Pura; a los que se sumaban Paolo Ferrara y Lola Gaos dando vida al hijo y la nuera de Doña Pura.
LOS DINAMITEROS, heredera del neorrealismo italiano, contaba las aventuras de tres entrañables ancianos, Don Benito, Doña Pura y Don Augusto que  viven precariamente de una miserable pensión. A principios de cada mes coinciden en las colas que se forman en las ventanillas de la mutua, ocasión que aprovechan para hablar de la vida pasada, de los achaques recientes y de los sueños no cumplidos.
Así se enteran de que Don Felipe, un conocido, está muy enfermo y se encuentra solo y sin dinero para un entierro decente. Deciden entonces pedir un préstamo para ayudarlo, pero, como no se lo conceden, recurren a una solución más drástica, ideando un plan con la intención de volar la caja fuerte y con el dinero obtenido tener también los caprichos que nunca se habían podido dar. Por ejemplo a Don Augusto le gustaría nadar en dinero para darse la gran vida, viajes, mujeres, lujos, comodidades, para disfrutar el tiempo que le queda, mientras que Doña Pura querría ayudar a su hijo y a su nuera en cuya casa vive.
Con apropiados gags entrelazados con dosis de intriga y suspense, poniendo en entredicho la fría, mecánica y deshumanizada burocracia, puede encuadrarse en el subgénero de robos de la época como el exitoso “Atraco a Las Tres” (1962) de José María Forqué o “Topkapi” (1964), de Dassin, sin olvidarnos de anteriores filmes como “La Jungla De Asfalto” (1950) de John Huston o “Atraco Perfecto” (1956) de Kubrick. Pero en esta ocasión el atraco lo cometen miembros de la tercera edad en una comedia amable y a la vez mordaz, coqueteando con un humor negro que podría estar a la altura de la crítica social de la España de la dictadura de algunas comedias noir ácidas y realistas con guion de Rafael Azcona y dirección de Marco Ferreri como "El cochecito" de 1960 y "El pisito" de 1959; de Luis García Berlanga como "Plácido" de 1961 y "El verdugo" de 1963, o de Juan Antonio Bardem como "Calle Mayor" de 1956 y "Muerte de un ciclista" de 1955.
En 1979 Martin Brest dirige y escribe el libreto junto a Edward Cannon de la cinta GOING IN STYLE, que recrea una historia similar donde tres amigos jubilados de Nueva York deciden atracar un banco, con el legendario showman George Burns (La pareja chiflada), Lee Strasberg (padre del Actors Studio) y Art Carney (Oscar por Harry y Tonto) en los papeles principales.

Como las consecuencias que se generan por la desigualdad de un desarrollo económico nada equitativo, que por su avaricia arruina y deja agonizar cruelmente la vida de los más vulnerables, sigue tan vigente en pleno siglo XXI como en épocas anteriores el actor Zach Braff (Algo en común, Ojalá estuviera aquí), que logró popularidad encabezando el reparto de la serie "Scrubs", trae UN GOLPE CON ESTILO a la gran pantalla en 2017, un remake del original de los 70 en el que es su tercer largometraje como director y del que expone "es una comedia, sí, y hay una parte emocional, pero también es verdad que la película intenta proponer una cierta reflexión social sobre la forma en la que tratamos a nuestros ancianos y sobre cómo las empresas y los bancos pueden destrozar a la gente de a pie. No quisimos rehacer el film de Martin Brest, que es una obra maestra. Sólo fue un punto de partida para nosotros".
Tres veteranos y brillantes actores, Michael Caine, Alan Arkin y Morgan Freeman, se meten en la piel de Joe, Albert y Willie respectivamente, los roles que en el original encarnasen George Burns, Art Carney y Lee Strasberg.
Tres tipos que pierden la pensión de su jubilación tras una crisis económica de la empresa en la que trabajaron toda su vida. ¿La solución que se les ocurre? Atracar el banco que se quedó con su dinero.
Todos los grandes planes comienzan con una chispa de inspiración. Joe, destinado a ser el cabecilla del plan, se ve atrapado una mañana en Williamsburg Savings escuchando las explicaciones de un altivo representante de clientes, Ray Donovan, interpretado por Josh Pais, sobre su hipoteca, que se ha triplicado de repente. En ese momento, un grupo de enmascarados irrumpe para robar el banco. Joe observa la impecable coordinación de la banda y la facilidad con la que se llevan una suma multimillonaria.
Al contar la experiencia a sus amigos, Joe bromea con la idea de que los tres podrían hacerlo igual de bien. Los otros dos se ríen. Sin embargo, unos días después, tras la impactante noticia de que se han cancelado sus pensiones esta idea les parece menos descabellada y mucho más factible.
Como explica Caine "la familia de Joe depende de él, pues es quien les proporciona un hogar. Tiene una nieta a la que adora y su hija es una madre soltera que trabaja de sol a sol, pero no es suficiente. Joe intenta pagar las facturas y conseguir que todos salgan adelante. Ahora el banco va a ejecutar la hipoteca de su casa y tienen 20 días para marcharse".
A Willie, un padre y abuelo orgulloso, enganchado a las llamadas por Skype para estar en contacto con su familia que vive en el oeste del país, muy lejos de donde él reside, le gustaría poder visitarles con más frecuencia, y Al, viudo desde hace años, es el único que no tiene familiares cercanos; para él, Willie y Joe son su familia. Al era un músico de jazz y comenzó a trabajar en la fábrica para costearse su vida como músico. Allí conoció a los otros dos y se hicieron amigos para siempre. Como Freeman afirma "este trío hace siempre lo mismo, comen siempre en los mismos sitios, hablan de lo mismo y viven en el mismo bloque. Juegan juntos a la petanca y ven la televisión. Hasta que un día, Joe les dice que quiere robar un banco. Como es lógico, sus amigos creen que se ha vuelto loco. Aunque, en ese momento, a ninguno le gustan mucho los bancos. Por eso no les parece tan mala idea; después de todo lo que les han hecho, ¿qué tienen que perder?".
En la delirante, por momentos, nueva versión del film homónimo de 1979, que en España no llegó a las salas de cine, a los ganadores del Oscar Morgan Freeman (Million Dollar Baby), Michael Caine (Las normas de la casa de la sidra, Hannah y sus hermanas) y Alan Arkin (Pequeña Miss Sunshine) se unen en el reparto Ann-Margret (Tommy, Conocimiento carnal) como Annie, una cajera de supermercado que ha estado echando el ojo a Al; Matt Dillon (Crash (Colisión)) haciendo de Hamer, el agente del FBI; Peter Serafinowicz (Guardianes de la galaxia) encarnando al primer yerno de Joe, Murphy, cuyas conexiones con clínicas de marihuana les podrían resultar finalmente útiles; Christopher Lloyd (la trilogía Regreso al futuro, Muse) siendo Milton, el colega que les acoge; John Ortiz (El lado bueno de las cosas) interpretando a Jesús, quien acepta ponerles al corriente, y Joey King (Independence Day: Contraataque, Ojalá estuviera aquí) como Brooklyn, la ingeniosa nieta de Joe.
UN GOLPE CON ESTILO ha cuidado los detalles de la ambientación a fin de conseguir que narración y estudio de personajes fueran creíbles logrando el director de fotografía neozelandés Rodney Charters una luz intensa embellecida de la particular atmósfera de Nueva York, filmando en Queens y Brooklyn, teniendo entre los principales escenarios de rodaje el banco, el mercado y la feria.
Para recrear la escena del robo en la tienda se eligió el supermercado Key Foods, en Grand Street, Williamsburg (Brooklyn), con un tamaño y antigüedad adecuados, al que se le cambió el nombre a Value Town, donde hacen la compra Willie, Joe y Albert. Mientras que se partió de cero al elaborar la feria Knights of Hudson en el parque Williamsburg East River State Park, incluyendo una noria, una casa encantada, un karaoke y un tanque de agua en el que Joe se sumerge por una buena causa.
Por su ubicación, gran altura y amplio espacio, útil para dar cabida a las múltiples cámaras, grúas y carretillas, unido a su vestíbulo de estilo Beaux Arts, con un techo abovedado de 20 metros de altura, suelos de mármol y vidrieras con coloridos mosaicos, el edificio del banco Williamsburgh Savings Bank, en One Hanson Place, un lugar clave en Brooklyn y su torre del reloj que domina la zona de Fort Greene/Atlantic Avenue sirvió para uno de los momentos más emocionantes de la película.
Los personajes de esta historia se sitúan en un barrio obrero de Brooklyn, desde el que pueden ver, a lo lejos, un mundo diferente. Como afirma la diseñadora de producción Anne Ross "cruzando el río, se divisa el magnífico skyline de Manhattan o Wall Street, donde reside la riqueza, esta historia solo podría estar ambientada en los barrios de las afueras. Sentirse expulsado de Manhattan no es nada nuevo, aunque Brooklyn y Queens también se están aburguesando. Hay muchos rascacielos de cristal junto a casas pequeñas; es una representación visual de la forma en que la población obrera se ha visto sobrepasada". Correspondiendo los exteriores de las casas a una calle tranquila de Long Island City, con modestas casas de altura media que se abren al puente RFK,  conocido anteriormente como Triborough, al final del bloque.
Otras ubicaciones que sirvieron para el rodaje aparecen en el barrio de Queens, cerca de Astoria, como Ditmans Park, el parque en que Joe, Willie y Al juegan a la petanca; el barrio College Point, donde se duplicó el espacio que ocupa el VFW Post 885 para crear la comunidad Knights of Hudson; el área de Richmond Hill, donde se transformó la floristería Bangert's Flowers para crear el dispensario de marihuana de Murphy; y Maspeth, cuyo clásico Goodfellas Diner pasó a ser Nat's, donde toman café y tarta los tres amigos.
El interior de las casas de Joe y de Willie y Al, fueron construidas en platós de los estudios Gold Coast Studios en Bethpage (Nueva York), con las características determinadas a la personalidad de cada personaje. Como explica la diseñadora de producción Anne Ross "Joe lleva años viviendo en la misma casa, es la casa en la que vivió con su mujer, así que la llenamos de cosas, porque probablemente se mudó a mediados de los 60. También añadimos algunos detalles británicos, como la moqueta y el papel pintado. Como es hincha del Chelsea, al igual que el propio Michael Caine, incluimos objetos relacionados con el equipo. Por su parte, Willie y Al no siempre han vivido enfrente de Joe. Es muy probable que se mudaran tras jubilarse, o que empezaran a compartir piso cuando falleció la mujer de Al. Por eso, su casa está decorada con un estilo más actual y sencillo, sin demasiados efectos personales. El pasado musical de Al queda patente con los pósteres de jazz de la pared, mientras que en la habitación de Willie se ven muchas fotos familiares y referencias a los viajes espaciales".
En cuanto al apartamento de Annie está en East Williamsburg, siendo la zona de Brooklyn Army Terminal, en Sunset Park, donde se filmó la escena de exteriores en la ficticia fábrica Semtech Steel.
La película de Braff se sostiene por el lucimiento del trio octogenario protagonista, Michael Caine, Alan Arkin y Morgan Freeman, que con su exquisita química hacen amena una divertida y acaramelada crítica social que, sin llegar a la contundencia de las películas de Ken Loach, Martin Scorsese, Roman Polanski, Marjane Satrapi, Basilio Martín Patino, Fernando León de Aranoa, Steven Soderbergh o Paolo Sorrentino, entre otros, aporta su granito de arena.
Cuidado con arrebatarles el futuro a los mayores. LOS DINAMITEROS pensionistas podrían idear UN GOLPE CON ESTILO.

FICHA TÉCNICA
Un golpe con estilo - Título original: Going in Style - Dirección: Zach Braff - País: USA. - Año: 2017 - Duración: 96 min. - Género: Comedia, Robos & Atracos,  Remake - Reparto: Michael Caine, Morgan Freeman, Alan Arkin, Matt Dillon, Joey King, Ann-Margret, Christopher Lloyd, John Ortiz, Maria Dizzia, Josh Pais, Katlyn Carlson, Nick Austin, Olli Haaskivi, Marlon Perrier, James Brickhouse, Marc Chouen, Joe Dolinsky - Guión: Theodore Melfi - Música: Rob Simonsen - Fotografía: Rodney Charters - Productor: Donald De Line - Montaje: Myron I. Kerstein - Estreno en España: 12 Abril 2017.

Escrito por: © María José S. Bermejo