“El mundo en el que vivimos es un mundo de contrastes y polos opuestos y nuestra misión en este es la de combinar el poder de ambos polos. E...
David Keith Lynch (Missoula, Montana, 20 de enero de 1946-Los Ángeles, California, 15 de enero de 2025). Guionista, artista, actor, productor de música electrónica y uno de los directores más importantes e influyentes del cine. Maestro de atmósferas maravillosas y a la vez extrañas. Gran admirador de la obra de los cineastas Stanley Kubrick y Federico Fellini, el escritor Franz Kafka y el pintor Francis Bacon. Sus películas se mueven entre la fuerza visual y la conmovedora sensibilidad repletas de pasajes oníricos donde la realidad se transforma en sueños. Lynch recordaba que le “encanta soñar despierto, sentarme en una silla y pensar, dejar que las ideas fluyan, a veces sucede incluso caminando por la calle, nunca se sabe, llegan del exterior, penetran tu conciencia y se muestran a ti”.
David Lynch inició su actividad artística con la intención de estudiar en Europa con el pintor expresionista austriaco Oskar Kokoschka durante tres años, sin embargo, Lynch regresó a los Estados Unidos al cabo de 15 días para asistir en 1966 al Pennsylvania Academy of Fine Arts (PAFA) donde se dedicó a la confección de complejos mosaicos a base de figuras geométricas, a los que él llamó Industrial Symphonies. Hasta que, según palabras de Lynch, “Un día me encontraba en la clase de pintura de la Escuela de Bellas Artes de Pennsylvania, pintaba un paisaje de un jardín nocturno y de repente empecé a oír el rumor del viento y ver como se movía la pintura y me dije ´una pintura que se mueve´. A partir de ahí hice una película de animación utilizando la técnica de stop motion, duraba un minuto. Desde entonces no he parado de hacer cosas en el mundo del cine”.
Ese primer corto se titulaba SIX MEN GETTING SICK (1966) descrito por Lynch como "57 segundos de desarrollo y pasión, y tres segundos de vómito". Con esta pieza ganó el certamen anual de la Academia. Este pequeño éxito hizo que se centrara exclusivamente al cine. Consiguiendo un premio de 5000 dólares del American Film Institute por THE GRANDMOTHER filme de 30 minutos que trata sobre un chico de la calle que se las ingenia para conseguir una abuela a partir de una semilla.
En 1971, Lynch se traslada a Los Ángeles para asistir a las clases del American Film Institute donde comienza a elaborar su primer largometraje con una ayuda de 10 000 dólares concedida por dicha institución. Una economía que no fue suficiente para finalizar la película que tuvo que esperar hasta 1977 fecha en que se estrena ERASERHEAD (Cabeza Borradora) protagonizada por Jack Nance y Charlotte Stewarty y donde Lynch ejerce de director, productor, guionista, montador, decorador y encargado de los efectos especiales. Blanco y negro junto a un sonido ambiental profundamente perturbador donde conocemos a Henry Spencer un joven depresivo y asustadizo que sufre desde pequeño unas extrañas pesadillas de las que intenta liberarse a través de su imaginación. Filme se da a conocer a los espectadores la inquietante imaginería de Lynch donde se representan los deseos y el inconsciente reprimido Siendo en el año 1980 cuando se estrena EL HOMBRE ELEFANTE basada en la verdadera historia de Joseph Merrick, un hombre británico del siglo XIX que sufrió de severas deformidades físicas, que le valió su primera nominación al Oscar. Un éxito que le siguió el fracaso comercial y de critica de su versión de la obra literaria de Frank Herbert titulada DUNE (1984) que con el paso del tiempo se ha convertido en una obra de culto.
David Lynch nos ha dejado como legado algunas de las películas más destacadas de las últimas décadas como BLUE VELVET (Terciopelo azul) estrenada en el año 1986 donde se narra la historia de un joven universitario (representado por el actor que protagonizara Dune, Kyle MacLachlan) que descubre el lado oscuro de una pequeña ciudad, al investigar la procedencia de una oreja cortada que había encontrado casualmente en el transcurso de un paseo campestre. Filme destacado donde encontramos actuaciones magistrales de Isabella Rossellini, en el papel de una cantante atormentada, y de Dennis Hopper en el de un criminal psicópata, líder de una banda de matones de medio pelo junto a una particular utilización de la banda sonora con la primera ocasión en que Lynch trabajaba con el compositor Angelo Badalamenti, quien, a partir de entonces, contribuiría en todas sus películas posteriores y seña de identidad de sus películas.
MULHOLLAND DRIVE (2001) protagonizada por Naomi Watts, Laura Harring, Justin Theroux y Ann Miller en un thriller psicológico de singular estructura y tono surrealista en una inquietante carretera perdida donde la lógica desaparece y se convierte en una magia que atrapa al espectador.
Sin olvidarnos de su serie de televisión TWIN PEAKS (1990 - 1991) Dos temporadas y 30 episodios de unos 45 minutos cada uno. El excéntrico agente del FBI Dale Cooper (Kyle MacLachlan) llega a Twin Peaks, una pequeña población montañosa, para investigar el brutal asesinato de la joven y bella Laura Palmer, la chica más popular del instituto de la localidad. Con la ayuda del sheriff del pueblo, el amable Harry S. Truman (Michael Ontkean), el agente Cooper comienza a interrogar a los habitantes del pueblo y va descubriendo poco a poco que muchos de ellos esconden oscuros y misteriosos secretos.
Dirigido solo el capítulo piloto por David Lynch que incluso fue estrenado en algunos paises en salas de cine y que alcanzó un gran reconocimiento con la recordada frase de promoción "¿Quién mató a Laura Palmer?". Estas dos horas han pasado a la historia de la televisión como unas de las más brillantes e hipnóticas.
David Lynch nos ofrece un cine oscuro y luminoso. Sueños, pesadillas y realidad. Silencio y palabras convertidas en poesía visual. Unos entretenidos puzles que cada espectador construye a su manera. Como gustaba decir a Lynch “Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero. Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules todo el camino”.
Artículo escrito e ilustración © María José S. Bermejo y Fernando F. Vegas
